CAPÍTULO IV - PANEL 4
LA VIDA EN EL TERRITORIO
El panel número 4 intentaba recoger la forma de vida que existía en el valle de Vegamián en el momento de la construcción del pantano.
Una forma de vida que no sería muy distinta de otros lugares de la montaña leonesa. Lo que si parece claro es que su actividad y forma de vida (aunque dura) suponía el ser autosuficientes y sobre todo era su vida, sus viviendas y sus tierras. Lo que si está más que claro es que era su vida en un lugar muy concreto y en un lugar que era suyo; y todo aquello se vio abocado a la desaparición.
Su ganadería y agricultura que les daba para vivir y era lo que sabían hacer dejaría de existir y se verían abocados a emprender una nueva y desconocida vida.
La pesca y esparcimiento en su río Porma ya no volvería a ser posible.
Sus partidas de bolos los domingos y festivos ya no habría espacio para jugarlas. Los corros de lucha leonesa, a la que tantos y tan buenos luchadores aportó este territorio, dejarán de organizarse en el valle. Y alguno de los últimos luchadores, como Toso de Vegamián, seguirá su afición ejerciendo como árbitro fuera ya de Vegamián.
Las campanas de las iglesias dejarán de sonar para llamar a sus fieles y la mayoría de ellas fueron llevadas a distintos pueblos.
Cientos de personas desalojadas de sus hogares y borradas del mapa sus formas de vida y dónde las desarrollaban.
Y lo peor de todo es que cada vez tengo más la sensación que se hace todo lo posible porque desaparezca de la memoria lo que allí se perdió y que no queden restos ni recuerdos para las actuales generaciones de que allí había vida, había vidas con nombres y apellidos.
Enlace para lectura del capítulo IV integro.
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Panel 4. Vida en el territorio