PRIMERA PARTE
(HACE YA BASTANTES AÑOS)
Partiendo que no soy ni aficionado a la pesca, ni conocedor de un mundo tan rico e interesante, empezaré por traer unos recuerdos de mi infancia.
Eran muchos los días, sobre todo los domingos, que acompañando a mi padre a la pesca del cangrejo íbamos toda la familia y aprovechábamos para una merienda familiar en el campo.
Tras echar los reteles procedíamos a la merienda. Y tras ella se comenzaba la recolección. Normalmente volvíamos para casa con unas cuantas docenas.
También conservo algunos recuerdos de acompañar a un primo, algo mayor que yo, en sus correrías a la pesca a mano de truchas y barbos.
Su destreza era considerable, lo que daba lugar a que todos los familiares y amigos tuviéramos con frecuencia comida de barbos y truchas. Recuerdo muy bien los barbos escabechados.
Y aún me queda un recuerdo de pescador activo. Siendo niños teníamos la ilusión de armar una caña rústica para ir a pescar a la salida de la presa en el molino. Nos bastaba un palo más o menos largo de palera o avellano. Comprábamos la tanza, el anzuelo, corcho y unos plomos en el comercio del Tío Mariano.
Dejando de lado mis recuerdos de infancia volvamos a la situación de la pesca en Boñar en aquellos años, ya un tanto lejanos.
Era una época en que la pesca en la zona era una actividad muy frecuente para muchas personas.
Para algunas, sino era el medio de vida, constituía un buen complemento de la economía familiar.
Las capturas numerosas además de servir de sustento familiar, eran vendidas a restaurantes y bares.
Es necesario hacer una mención especial a la Venta de Remellán. Ir a comer unas truchas a la Venta de Remellán era como ir a comer hoy en día a un restaurante con estrella Michelín. Su fama iba más allá de las fronteras del municipio.
Otra derivada de la abundancia de truchas fue la creación de las tartas de trucha. Lo mejor será copiar la referencia en la página de nicanores:
NICANORES DE BOÑAR. TARTAS DE TRUCHA
Otra elaboración, creada por nuestro Bisabuelo Nicanor, es la "Tarta de Trucha", dado, que, al ser Boñar localidad por donde pasa el río Porma, es zona de gran tradición de pesca de la Trucha, por lo que, Nicanor Rodríguez, creó una tarta con al base del hojaldre de los Nicanores, una fina capa de mazapán, y tropezones de trucha frita y pelada, para cubrirla al final con una capa del mismo hojaldre y espolvoreada con azúcar glasee.
Y hay que tener en cuenta que la pesca no era solo en el río Porma. Las presas del Soto y la Presona (Presa de la Comunidad de Regantes de las praderas de San Andrés). Es probable que la pesca del cangrejo fuera más frecuente en las presas que en el río.
En las actas de la Comunidad de regantes, hasta aproximadamente el año 2000, aparece una reunión cada año para adjudicar la limpieza de la Presona y sus múltiples derivaciones.
Esas fechas de cada año era una ocasión excelente para aprovechar y realizar una pesca copiosa tanto de peces como de cangrejos. Y no sería de extrañar que incluso se cogiera alguna anguila.
En esos días eran muchas las personas que acudían a practicar la pesca; y no precisamente con la caña.
Mis recuerdos de infancia creo que pueden ser un reflejo de lo que podía suponer la pesca hace años en torno a Boñar.
Entonces la pesca podía ser entretenimiento, vida familiar, otra fuente de alimentación ...
Seguramente las gentes que vivían aquí hace años puedan dar más detalles sobre lo que suponía la pesca en este lugar; y por ello no descarto ampliar esta entrada con aportaciones que se hagan.
Espero hacer una segunda entrada al blog con lo que supone la pesca en la actualidad. Y que no pase mucho tiempo.
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